LOS PRIMEROS 100 DÍAS por Humberto Ojeda Gudiño

Es costumbre que a toda nueva administración se le den 100 días para evaluarla por primera vez.

En el pasado, en situaciones normales, esta primera evaluación permitía no solo calificar la actuación del nuevo Gobierno sino también compararlo, sobre todo en sus orientaciones, con las administraciones pasadas.

En el caso del actual Gobierno de Barinas esta primera evaluación va más allá, pues hay que añadirle que no ha contado para nada con las mismas condiciones que los anteriores.

Al Gobierno de Sergio Garrido le cercenaron desde el principio dependencias esenciales, como es el caso de CORSOBAIN, con su importante parque de maquinarias y recursos, por nombrar solo un ejemplo de varios igualmente notables.

Además, el presupuesto que heredó es absolutamente deficitario y prácticamente nula la posibilidad de reformularlo, por la composición del Consejo Legislativo y la (mala) disposición de su mayoría.

Es decir es, al menos en su primer año, una administración amputada y además maniatada.

Pero a pesar de estas graves limitantes ya se sienten cambios positivos, de consideración, sustanciales.

Primero, la forma de relacionarse con el pueblo.

Garrido le ha imprimido a su gestión un perfil de puertas abiertas y visitas a las comunidades, donde la gente es escuchada y sus problemas son la primera prioridad de la acción gubernamental.

Esto se evidencia en el caso del sector salud, primera preocupación expresada por los barineses, donde ya se ven cambios muy positivos en la cantidad de gente atendida y en la calidad de esa atención.

Otro rasgo claro de la nueva gerencia es su continuo e incansable accionar en procura de recursos para el estado.

Importantes embajadas han sido visitadas solicitándoles que se incluya a nuestra entidad en los programas de ayuda o apoyo que mantienen con la nación.

La productiva visita del embajador de Francia a Barinas, su compromiso con la Cultura y con el mejoramiento de las escuelas, es una muestra de los resultados que, por esta vía, ya se comienzan a concretar.

En el tema de la infraestructura también hay hechos concretos que demuestran el trabajo realizado: la recuperación de instalaciones gubernamentles que se recibieron destartaladas, la señalización de la vialidad urbana, la reparación de estratégicas vías agrícolas.

El decidido apoyo al sector agropecuario, acompañándolo en sus reclamos, demuestra la clara visión que tiene Sergio Garrido sobre los aspectos prioritarios de la economía regional.

En resumen, en estos primeros 100 días el nuevo Gobierno, sin recursos y limitado en sus competencias, ha hecho más, cuantitativa y cualitativamente, que lo ejecutado en un lapso similar por cualquiera de los últimos Gobiernos chavistas, administraciones que tenían presupuestos varias veces más grandes, disponían de todas sus competencias a plenitud y contaban discrecionalmente con el apoyo del Gobierno Nacional.

Por lo anterior, después de 100 días, la nueva gestión no solo es aprobada por los barineses sino que se ha constituido en una verdadera esperanza para encarrilar a Barinas por el camino de un buen futuro, un camino que hasta el 9 de enero pasado parecía perdido.

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